EVALUACIÓN DE CONFESIONES, NOVENA SESIÓN
Respecto al desarrollo de mi historia silenciada, ha sido sustancial sentarme y pararme a pensar y recordar aquellas injusticias que viví y vi. Ha sido un proceso duro, ya que a nadie le gusta recordar aquellos tiempos que una vez fueron duros y dolorosos. Para mi sorpresa, día a día fui recordando más y más situaciones que ya creía que estaban en el olvido pero que todavía siguen en algún lugar de mi corazón, al final me decante por una.
A la vez que iba relatando mi historia me di cuenta de que nunca me había parado a reflexionar en aquellas situaciones que se daban en el aula una y otra vez, cómo la profesora a veces daba pie a esas situaciones y no hacía frente para intervenirlos. Algo se removió en mí y me di cuenta que no quiero ser aquella profesora que una vez fue un referente inadecuado para sus alumnos y alumnas.
Después de escribir la historia, para distorsionar la voz utilice Google Traductor. Pegué el texto y grabé la voz con el móvil para luego juntarlo con el antiselfie y subirlo a soundcloud.
Para la creación del antiselfie, empecé a indagar en internet qué aplicación me podría valer pero no di con nada que me satisficiera. Al principio probé con Photo Booth y PicSart pero no me gusto el resultado final. Como solución, pregunté a mis compañeras como lo realizaron y Yara me recomendó usar la aplicación MSQRD. Esta aplicación, que es muy fácil de usar, te permite poner diferentes máscaras en la cara y así crear un antiselfie donde nadie te puede reconocer.
Una vez dado todos los pasos, subí el audio y el antiselfie a la plataforma de soundcloud, y luego creé un código QR para subirlo a la plataforma de Eduloc y así, de esta forma, otras personas podrán acceder a escuchar mi historia.
Sesión tras sesión hemos ido escuchando las confesiones de las compañeras de clase, historias que me han tocado el corazón y me han removido por dentro. Las temáticas expuestas han sido muy diversas, entre ellas; Bullying, ciberbullying, discriminación, rechazo, estereotipos, exclusión, prejuicios, competitividad, acoso, relaciones sociales, miedo, inseguridades, expectativas... temáticas que presencian dolor y sufrimiento. Historias que me han transmitido enfado, dolor, tristeza y disgusto. Ha sido brutal ser consciente de que todas las compañeras hemos sufrido en la escuela de una forma u otra, y de que a raíz de eso, no nos hemos sentido seguros, felices y cómodos en la etapa escolar, dado que en la mayoría de los casos el docente, referente de sus alumnos y alumnas, no ha hecho nada para abordar la situación.
Como agentes del cambio, hemos visto fundamental deliberar acerca de posibles soluciones a los problemas expuestos desde el rol de la profesora, cómo; ser un referente adecuado como profesora (dar ejemplo), estar informada (cualquier situación, información del alumnado…), promover la cooperación (juegos y talleres), abordar el incidente puntual desde el primer momento (para que no vaya a más y para no normalizarlo), trabajar la competitividad como la empatía, trabajar una relación de confianza entre la familia y escuela (es sustancial para poder intercambiar información y promover el bienestar del alumno entre los dos agentes con quien pasa la mayoría del tiempo), no usar motes ni etiquetas para referirse a los alumnos, no dejar el papel de hacer los grupos a los alumnos…
Ante estas situaciones, como futura profesora, es primordial gestionarlas en buena dirección y en su momento clave, ya que el ignorarlas, no trabajarlas y no afrontarlas y así queden en el olvido, puede influir al alumno en su etapa escolar tanto el desarrollo de su identidad como en las relaciones con los demás. He aprendido que el o la profesora tiene que jugar un papel de mediador, escuchando las diferentes posiciones de los alumnos que están involucrados en algún conflicto y así poco a poco acordar las soluciones con los alumnos. Siempre cuidando la comunicación y haciendo un seguimiento de la situación para intervenir.
Gracias a esta actividad puedo decir, que en la escuela se dan muchos más casos de lo que creemos, es por eso, que la profesora tiene que estar atenta para responder e identificar todos los problemas del aula. Por otra parte, es esencial que la escuela sea un lugar acogedor donde cada niño se sienta seguro, feliz y confiado. Como docente, transmitir al alumnado que eres su apoyo y que están en un contexto seguro donde pueden mostrar dudas e inquietudes, de este modo, permitimos a los niños ser ellos mismo y expresarse de forma segura. Orientar, reforzar y sacar lo mejor de cada alumno, adaptandonos a las necesidades de cada uno de ellos y dando respuesta a la diversidad. Siendo una profesora que trabaja con sensibilidad.
Aquí seguimos, aprendiendo de cada paso que damos!
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